jueves, 31 de diciembre de 2009

Confesión

Este sitio se ha convertido en un espacio necesario para mi. Siempre me ha faltado público, nunca supe encantar a los pocos que intentaron prestarme algo de atención. Es que yo nunca fuí buena pronunciando palabras, todo lo contrario me perfeccione en el silencio. Pero escribir es diferente, escribir me sale bien aunque mi seguridad se desplome ante alguien más preparado, alguien con más libros leidos, más estudios, mas gusto, más talento. Puedo decirme hoy, llegando al final de este año 2009 que me encuentro satisfecha con mis logros, en este ámbito por supuesto, en lo personal, en lo que es mi vida, no me encuentro muy feliz. Hubiese querido que el 2010 se sorprendiera conmigo, con las metas que me fije a finales del 2008 cumplidas. Pero no, no he sabido organizarme, nunca supe darle ordenes a mi corazón, ni a mi mente. Mi mente siempre a pensado lo que ha querido, digamos que todo mi yo vive un libertinaje constante albergados en mi piel y en las ropas de temporada.
Es necesario hacer un balance, lo que se gano y lo que se perdió, lo que se aprendio y lo que ignoramos. Y mi balance me indica que este año perdi mucho. Perdí una hermana y la oportunidad de decirle cuanto la quería y la extrañaba. Perdí el tiempo mientras planeaba en que invertirlo. Otro año que no me decidi a estudiar, ni me decidi a ahorrar. La alcancía murió por inanición, debajo de la mesita de luz. Pero para no llorar sobre la leche derramada puedo decirme para mi propio consuelo que gane un poco mas de conciencia, y por supuesto no firme la rendición. Todavía no, pero ya llegara el día en que me voy a convertir en una gran escritora y las personas gozaran leyendo mis escritos y sentiran una felicidad espontanea al leer eso que con tanto amor, esfuerzo y dedicación escribo . No crean que no me di cuenta que ahora no es el momento, que todavía me falta, que solo soy la minima sombra de otros que son mejores. Por que aunque se diga que no hay mejores y peores, en la literatura los hay y yo no me encuentro ni siquiera en esa lista. Pero la certeza que desde siempre me ha consumido por dentro me dice que el día llegara y que el 2010 me traera de vuelta las alegrias que sus hermanos años se han llevado a modo de broma. Por que el tiempo es un gran bromista, nos hace llorar porque sabe que pronto reiremos otra vez. Esta confesión es para mi, porque necesito confesarme conmigo cada tanto, sincerarme, quizas algún distraido caiga en esta página y la lea. Sepan esos distraidos que cada palabra aquí tipeada llevan consigo todas las inquietudes de mi corazón, las ansias por encontrar de una buena vez el camino que debo andar hasta el final de mis días. Estan leyendo la confesión de alguién que se encuentra perdida en un bosque de posibilidades.
Faltan diez minutos para el 2010 y me deseo que mis seres queridos y los seres queridos de mis seres queridos tengan prosperidad y salud!
Por un buen 2010 me digo y les digo...

martes, 29 de diciembre de 2009

Breve novela del hombre errante

Con el sol de frente camina el hombre. Ha perdido tiempo atras las huellas del retorno y creyendo que en su final encontrara el regreso a casa no cesa en su eterna caminata. El hombre esta agotado, las barbas le llegan al pecho, el cabello abundante se peina al viento y se lava con la lluvia. A tan solo unos metros, el camino desgastado desemboca en un pueblito. Un pueblito que bien pudiera ser reflejo de el mismo. Casas de adobe, pastos secos y personas que van y vienen sin pronunciar palabra. Se sienta nuestro amigo sobre una piedra mediana y digo nuestro amigo por que mi sensibilidad responde a su soledad, y la sensibilidad de ustedes responde del mismo modo. Y ahí se queda...dormitando. Un sueño acude al instante y se manifiesta como recuerdo o visceversa. Joven el, joven el mundo. Muchacho de estatura envidiable, con presencia hipnótica. Bajo un árbol de ramas generosas se pregunta sin piedad- ¿Porque estoy en este mundo? Vencido y sin respuesta se duerme el joven, se despierta el viejo. La noche se comio su sombra y el pueblo. De regreso al camino, directo hasta el amanecer, nuestro hombre errante esta cansado pero no se detiene en su marcha y recuerda. A orillas del río, una vez, una muchacha lloraba y la creciente enfurecida arrastro todo a su paso. El fue alcanzado por el fenomeno, pero no se mojo. Y la pregunta que lo afligia hasta ese entonces consiguio una respuesta. Vine a este mundo para amarla. El tiempo que duró ese amor justificó su existencia, pero no la de ella. Pues ella haciendose la misma pregunta no encontro respuesta en sus brazos. Otra vez el sol, otra vez el camino. Otro pueblo que no lo invita a quedarse y una nueva pregunta que le anuncia el final. ¿Porque vine a este mundo para amarla? Por el sendero empedrado un paisaje tan esteril como los otros aparece. El río que daba vida a tantos lugares se seco. Y el homre ya anciano reconoce su hogar. Aunque de el solo quedaran unas paredes tumbadas y un pozo de agua abandonado. Allí una mujer de avanzada edad se encuentra sentada sobre un tronco. El hombre cae desvanecido y ya no se levanta, la mujer llora y el río renace. Y los dos que se quisieron a destiempo encuentran su respuesta.