domingo, 29 de agosto de 2010

Hacete un tango.

¿Y a mi que me venís a decir?
Yo que se, no se nada.
Apenas puedo y no me pierdo en pavadas.
¿Que te venís a quejar?
Sí fuí el primero en advertirte.
Te la diste de pibe rebelde, el que se las sabe todas.
Y ahora, estas dele que llora y llora.
Y bueno pendejo, así es el amor. Acostumbrate...

Sin título.

Puede ser, quizás, un tal vez.
Será. No sé.
Pensar ya no es.
Pregunto por preguntar.
¿Amor es amar?
Será, no sé.
Pensar ya no es.
La tarde se quiebra,
me rio de pena.
Quién me ve, no mira.
Pasan igual las golondrinas.
Si te digo, no es lo mismo.
Decir y callar son dos abismos.
¿Será?
Dan las cinco,
el té a lo inglés se sirve en la mesa.
Uno que endulza, otro que toma.
Uno que rie, otro que llora.
Dos, que no son.
Uno y uno a todas horas.